jueves, 27 de octubre de 2016

¿Y nuestros niños cuando?

      Estoy finalizando mi formación como Psicomotricista, y después de 6 meses facilitando sesiones de psicomotricidad a niñas y niños de pre escolar me surgen infinitas emociones y reflexiones que quiero compartir con ustedes.

Ver la evolución de los niños a través del juego espontaneo es una de las cosas mas hermosas que he podido vivir, verlos crecer a sus propios ritmos, buscando y dando espacio a sus necesidades, sorprendidos porque nadie les diga que se callen o a que tienen que jugar y manifestando el profundo agrado de que se les respeten sus ganas de no hacer nada o de acurrucarse solamente.

Todo esto es finalmente el respeto mas profundo por ellos, por entender que a su edad lo que necesita es eso , moverse, jugar, imaginar, crear, derribar, lanzar, enrrollarse y desde ahi comenzar a hacer creaciones mas complejas a incluir sonidos, diálogos, gestos y representaciones que confluyen en una danza de satisfacción y necesidad emergente.

Y el placer... el placer de jugar, ser testigo de aquella felicidad inmensa que les produce moverse, correr, revolcarse sin un propósito conciente, solo por el placer que provoca esa acción, ese movimiento.

El cambio que observo de ellos hacia mi es grande, aquellos que no me hablaban hoy me detienen en el pasillo a contarme cosas, a darme un abrazo o simplemente a decirme a lo que va a jugar la próxima sesión de psicomotricidad.

Esta disciplina nos da la posibilidad de que nuestros niños sean mas felices, cuando me pregunto ¿y nuestros niños cuando? lo hago desde la inquietud de que muchos niños y niñas no cuentan con un espacio que les permita esto.

Ante todo esto que me toca presenciar no puedo mas que agradecer la posibilidad de acompañarlos en este espacio, que doy lo mejor de mi para que a través de mi presencia, mirada y acción sientan que pueden expresarse en libertad, siendo vistos, contenidos, queridos y respetados.


Cariños
Angela Yáñez Castañeda